Islandia: una revolución silenciosa


Actualmente Islandia está superando la crisis económica por medidas políticas correctas

Por: Rubén Zermeño

Foto: AP

Foto: AP

México, D.F.- Ubicado en medio del Océano Atlántico al filo del Circulo Ártico yace una inmensa isla sumergida en eternas noches polares, iluminada no sólo por la erupción de volcanes o auroras boreales, sino por lo adelantado de su gente, a los que Nietzsche llegó a llamar seres hiperbóreos. Es un país modelo que ha sabido superar  crisis gracias a la unión de sus 330 mil habitantes, demostrando que las revoluciones no solamente se hacen con sangre.

Islandia llegó a ser declarado en 2007 por el European Happy Planet Index el “país más feliz de Europa” y el “país con mayor calidad de vida” por Porcket Word in Figures,  ya que garantizaba a sus ciudadanos una vida larga y feliz, además de ser el lugar donde más se controlaba el uso del carbono y se implementaban el uso de energías limpias. El tiempo promedio de vida era de 80 años, el ingreso per cápita de 51 mil dólares, lo que hacía que un joven que trabajaba en una pizzería pudiera comprarse un BMW.

Hasta ese entonces la economía islandesa era prospera y envidiada; su sistema era de fuerte tendencia liberal y su control sobre el sector financiero, escaso. Llegó 2008 y la crisis económica mundial arrasó con este país septentrional.  Los precios, el déficit y el paro se dispararon; los tres bancos más importantes quebraron provocando una caída de la bolsa nacional superior al 70%, su moneda, la corona islandesa de devaluó 50%. Hasta Mc Donald´s tuvo que cerrar los dos establecimientos con los que contaba en esta región. El país se encontraba en bancarrota, el Estado nacionalizó la banca por lo que tuvo que hacerse cargo de las multimillonarias deudas de éste. Islandia cayó en bancarrota, el gobierno comienzó una serie de reformas para recortar gastos y reducir el déficit.

La población se manifestó frente al Parlamento, exigiendo elecciones anticipadas, días después lograron la renuncia del primer ministro Geir Haarde; se formó un gobierno de coalición entre el Partido de la Independencia y la Izquierda Verde, accediendo al cargo la Primer Ministra Jóhanna Sigurðardóttir.Como primer medida de su gobierno, la mandataria elaboró una ley que propuso la devolución de la deuda a Reino Unido y Holanda (que eran los acreedores de los bancos que fueron nacionalizados) mediante el pago de más de 3.500 millones de euros, suma que se pagaría a plazos (a cargo del contribuyente) durante los siguientes 15 años con un interés del 5,5%;

La ciudadanía seguía inconforme presionaron a las autoridades para buscar a los responsables del desastre bancario, llegando incluso a ordenes por parte de la Interpol, hasta la fecha han sido arrestados 8 personas a las cuales se mantienen en anonimato su identidad, medios ingleses como The Guardian señalan que los apresados son importantes empresarios británicos. Los islandeses se opusieron a pagar la deuda, la cual era equivalente a 40 mil euros por familia.

En noviembre de 2010 se estableció una “asamblea popular” de 25 personas sin ninguna afiliación política, el único requisito era ser mayor de edad y contar con apoyo de mínimo 30 ciudadanos, su tarea era la de elaborar una nueva Constitución, la primera Constitución del pueblo en todo el mundo, un hecho sin precedentes, innovador y visionario. En junio se promulgo una ley de libertad de información pionera en todo el mundo que permite saber a la ciudadanía las acciones que emprenden sus gobernantes y protege el ejercicio periodístico.

Actualmente Islandia está superando la crisis económica por medidas políticas correctas, no endeudándose como el caso de Irlanda; esta isla hiperbórea  no es solo un paraíso natural, es un ejemplo a seguir y referéndum para enfrentar problemas económicos futuros. Islandia demostró que las revoluciones de este inicio de siglo no solamente se hacen con armas y no sólo ocurren en África. Silenciosamente se revoluciona para convertirse en el lugar más feliz del mundo.

Más información en:

Islandia, nueva Constitución

Islandia, crisis

Energía renovable en Islandia

 

Deja un comentario